Introducción
Las páginas que siguen son tanto un estudio acerca de diferentes temas herméticos como una recopilación de comentarios, escritos u orales, que, sobre distintos versículos de El Mensaje, hicieron los hermanos Emmanuel y Charles d’Hooghvorst. Ellos conocieron personalmente a su autor y, después, se dedicaron al estudio de las distintas tradiciones occidentales: la hebrea, la islámica, la griega, la romana, la gnosis, etc., siempre a partir del perfume hermético que emana de la obra de Cattiaux.
A pesar de su aparente simplicidad, los versículos que componen este libro son difíciles de abordar por la multitud de significados y niveles de lectura que encierran. Desde el más evidente, hasta el alquímico más impenetrable. Pero lo más significativo es que en todos ellos se encuentra la ciencia de Hermes concebida desde la actualidad, es decir, una soteriología o una búsqueda de la auténtica dignidad del hombre.
Quizá la manera más sencilla de entrar en contacto con El Mensaje sea la que propuso el propio Cattiaux, y que se resume en abrirlo al azar y leer el versículo que aparezca ante nuestros ojos o que hayamos subrayado. El Mensaje se compone de cuarenta capítulos o libros, pues así los denominó su autor, titulados todos ellos con un anagrama de la frase que aparece en el primero y que es Vérité nue, o «Verdad desnuda», más otro título. Cada libro consta de un número indeterminado de versículos que responden a una lógica interna de la propia obra. Los versículos están ordenados en dos columnas, a la izquierda y a la derecha, que se complementan una a la otra; o en tres, con una tercera, central, que resume y concluye el sentido del versículo. Por eso, citaremos primero el número del libro y después el número del versículo.
El azar ha sido también el modo utilizado para ordenar los comentarios que siguen; no se han escogido los temas según un guion premeditado, sino que corresponden a una serie de tiradas azarosas hechas durante la confección de este trabajo. Creemos, sin embargo, que los principales temas herméticos no han quedado sin aparecer.
