« Cattiaux, amigo mío, ¿has encontrado el oro vivo y el elixir? » - L. del Vasto

El Mensaje Reencontrado.

Esta sección tiene como objetivo introducir al buscador en la obra maestra de Louis Cattiaux, «El Mensaje Rencontrado». Para ello, hemos reunido presentaciones y reflexiones de diversos autores sobre esta obra.

El Mensaje Rencontrado ha sido escrito para la gloria de Dios y al servicio de los hombres. Está destinado a todos los creyentes de buena voluntad. Hay aquí una iniciación y una mística estrechamente unidas, que forman la enseñanza misma de la religión. No se trata, por lo tanto, de una nueva revelación a la moda de este tiempo, sino del recordatorio de la antigua tradición contenida en las sagradas Escrituras. En él, el lector descubrirá el misterio de la caída del hombre en este bajo mundo, las consecuencias físicas y morales de dicha caída y el medio de su regeneración corporal y espiritual, por la vía misteriosa que conduce a la resurrección.

Louis Cattiaux

La sabiduría es tan escasa en el Tíbet como en París. Sin embargo, puede florecer en todas partes, sin que nadie lo sospeche.

« Esta es la edición integral de El Mensaje Rencontrado, de la cual Louis Cattiaux solo había publicado una pequeña parte en vida, prologada por Lanza del Vasto.

Pintor, poeta, apasionado de hermetismo, Louis Cattiaux fue un buscador y un visionario. Su libro contiene toda la gnosis antigua renovada, pero no traicionada, expresada en un estilo nuevo y aún inaudito; un libro duro y difícil, pero capaz de apasionar tanto a los más simples como a los más exigentes en esta materia, accesible a todos.

En un siglo donde la ignorancia generalizada respecto a la Revelación tradicional no engendra más que fanatismo o incredulidad, muchos nos describen, con ciencia y a costa de una larga erudición, los rasgos de la antigua sabiduría estudiada desde fuera, pero muy pocos, como el autor de este libro, nos hablan de esa misma sabiduría probada desde dentro. Sin embargo, ese era el sentido que se daba antiguamente al término Sapiencia. Quizás también era eso lo que aún faltaba a los hombres de nuestra época, sabia, instruida y demasiado astuta: recuperar el antiguo mensaje de los siglos pasados, no en su apariencia, ni en sus símbolos exteriores, sino en su esencia y sustancia mismas, saboreadas en el silencio de una vida humilde y concentrada.

Esta extraordinaria concentración del pensamiento del Mensaje Rencontrado, expresada por sentencias a menudo muy breves, encierra una fuerza oculta comparable a la de los explosivos más potentes, o, más exactamente, a la de las semillas de nuestros más grandes árboles. Esta potencia de concentración no siempre aflora, subyace toda en el subsuelo. Es un pensamiento que, en lugar de desplegarse, se concentra en una bola, por así decirlo, para hacernos germinar poco a poco en el aire de las grandes experiencias de la aventura divina.

Tal es El Mensaje Rencontrado, que no debe su inspiración a ningún libro humano, aunque contenga la sustancia de los más santos de estos, sino a una sustancia que el autor había incorporado previamente, que había hecho suya, como hacemos con nuestra comida diaria. Quizás esto es lo que le da a este libro tal aspecto de fuerza, salud y también santidad. ¿Cuál es, más precisamente, el objeto de este libro? El autor nos lo dice simplemente: «Es un pecador quien habla, un hombre corriente que busca a Dios en medio de los inconvenientes del mundo, con un oficio miserable, sin apoyo y sin ayuda de nadie. A fin de que los más aprisionados, los más abandonados y los más necesitados cobren valor y no desesperen de alcanzar el reino escondido que libera de toda tristeza, de toda miseria y de todo mal.» (MR 3734, 34’). No podríamos añadir nada que revele más cándidamente al lector la naturaleza de este mensaje fraternal, reencontrado por un hombre de nuestro tiempo y transmitido por él a aquellos que estén dispuestos a recibirlo ».

Desde otro ángulo...

El Mensaje Reencontrado.

LOUIS CATTIAUX

EL MENSAJE REENCONTRADO:

EL LIBRO DE LA REVELACIÓN DEL COMIENZO, DEL MEDIO Y DEL FINAL

tan ELEVADO como el Libro de los Muertos egipcio,
tan PROFUNDO como el Tao-Té-King,
tan SABIO como el libro de los Vedas,
tan SANTO como la Biblia,
tan SAGRADO como el Zend Avesta,
tan FRATERNAL como los Evangelios,
tan CLARO como las Epístolas,
tan COMPASIVO como el Tripitaka,
tan ERUDITO como la Cábala,
tan PRECISO como el Talmud,
tan SORPRENDENTE como el libro del Apocalipsis,
tan SECRETO como los libros de Hermes,
tan ENTUSIASTA como el Corán,
tan DESPOJADO como el libro de la Imitación,

Y sin embargo no se parece a ninguna de estas obras, aunque las contenga todas bajo una forma inédita y con un verbo inaudito. La ciencia y el amor divinos inextricablemente enlazados en el conocimiento de Dios. El Libro del final de los Tiempos, pero sobre todo el Libro de los Nuevos tiempos.
Descubre la evolución de una obra atemporal

El Mensaje Reencontrado - Un texto fundamental que atraviesa las épocas e inspira a generaciones de buscadores espirituales y amantes de la verdad.