René Guénon (Blois, 1886 – El Cairo, 1951) fue uno de los grandes maestros del esoterismo occidental. El esoterismo en Occidente fue apartado por el establishment racionalista desde la segunda mitad del siglo XVII, y se vio contaminado por elementos heterogéneos, degenerados, iletrados, volviéndose salvaje y marginal. En resumen, el esoterismo occidental perdió la disciplina necesaria y la rigurosidad iniciática que, a pesar de todo, continuaron en el esoterismo de otras civilizaciones. A René Guénon se le debe la rehabilitación del esoterismo, su baño purificador, la restauración de su forma y contenido originales. Al menos, esa fue su intención. Nos corresponde a nosotros juzgar el resultado.
James Chauvet, amigo y correspondiente de Louis Cattiaux, puso en relación al autor del Mensaje Reencontrado con René Guénon, lo que llevó a este último a redactar un informe excepcionalmente benevolente y elogioso sobre El Mensaje Reencontrado en la revista francesa «Études Traditionnelles» en septiembre de 1948. Posteriormente, se estableció una enriquecedora correspondencia entre los dos hombres hasta la desaparición de Guénon en 1951.