Back

Introducción a Física y metafísica de la pintura – L. Cattiaux

«¡Ay del hombre de pobre deseo,
pues su deseo se realizará! Todo es lo
que creemos que es, nada ocurrirá
fuera de lo que esperamos. »

Esta obra está intencionadamente limitada a lo esencial que un artista pintor debe conocer sobre la técnica y la inspiración de su arte.

La estética que depende de la cultura del artista y del medio social que lo rodea, no es objeto aquí de ningún juego gratuito de análisis.

Reservamos a los críticos calificados la tarea de comentar la obra que surge de las tinieblas del ser oculto.

Este libro está destinado a alentar a aquellos que poseen el don innato a producir su obra, y está hecho para iluminar a quienes se obstinan en creer que se puede penetrar en el Arte por astucia, por fuerza o por mediocridad.

Los llamados deberán soportar, por amor a su Dios, la pobreza, la soledad, sin buscar otra consolación que su arte, con el fin de probar su vocación y para mantenerse íntegros hasta el incierto día del triunfo electivo.

Incluso cuando la prueba toma la forma de una exterminación, como ocurre en ciertos períodos críticos de nuestras sociedades actuales, el artista debe sobrevivir a todas las tentaciones del mundo, ya vengan del abandono o de la gloria, de la miseria o de la opulencia; y para ello, solo tiene un medio: «el olvido de sí mismo» en el amor desinteresado de su arte.

Para el artista, la prueba de la vida encarnada es particularmente perturbadora, pero es esta aparente humillación la que lo mantiene despierto en medio de la muerte del mundo que lo rodea; y no hay otra salida a su revuelta que la aceptación y la entrega al flujo de la vida sensible que lo arrastra y lo sumerge.

Cuando haya renunciado a todo, poseerá todo. Tal es la ley oculta y sabia que solo entrega el mundo a aquel que ya no puede ser víctima de esta asombrosa posesión.

« Solo hablaba para enriquecer a los hombres. »

Libro desconocido