169. El Mensaje Reencontrado

Te envío El Mensaje Reencontrado y espero serte agradable. Te pido amablemente que consientas el esfuerzo necesario para leerlo durante mucho tiempo y penetrar la superficie de las cosas. La columna de la izquierda corresponde más o menos al mundo sensible y la columna de la derecha es su equivalencia en el plano anímico y espiritual.

Dios te ayudará a leerlo porque tienes un corazón simple, que es el mayor tesoro aquí abajo.

98. El Mensaje Reencontrado

Me alegra que seas amigo del Corán y del Tao-te-King, que marcan tanto la unidad de la búsqueda como la oposición de los temperamentos particulares. Te pido que confrontes constantemente la enseñanza del libro de los Padres del Taoísmo con la de los Evangelios y descubrirás la identidad metafísica de estas sorprendentes palabras. En cuanto a lo que está oculto detrás, te bastará leer El Mensaje en su totalidad para verlo aparecer. Pero no pienses en mí cuando leas esta obra que habla solo de lo que los demás han callado, porque podrías ser engañado por las apariencias y así, impedido de ir hasta el fondo de la cosa misma de la que se habla con imprudencia.

¿Te has fijado el trabajo interior de presidiario que exige la lectura de El Mensaje Reencontrado? Es seguramente por eso que no agrada.

253. ¿A quién está destinado El Mensaje Reencontrado?

Aquí, el calor y el buen tiempo son inamovibles y casi no trabajo ni rezo, estando en reposo. Incluso me olvido de El Mensaje Reencontrado del que sois una decena los que lo leéis seriamente por el momento. Pero, ¿cuántos pueden recibirlo en Francia y en el mundo? Solo el Señor que lo inspiró lo sabe. Para mí, me pregunto para quién y por qué he escrito un libro así en una época cómo ésta; y deseo olvidarlo para no tener ninguna explicación que dar al respecto… Es hacia otros… que enviaré los preguntones para que les respondan lo que quieran, pues estoy cansado de hablar a curiosos muertos a la palabra que habla para decir algo, pero muy despiertos a la palabra que habla para no decir nada en absoluto.

145. ¿De dónde viene El Mensaje Reencontrado?

He pedido […] que se señalara […] que El Mensaje Reencontrado había sido rechazado por un maestro teólogo y por un maestro hermético, lo que lo convierte en un libro sin padres, ni carne ni pescado, y que siga siendo posible la duda sobre él y que, dado que las autoridades de este mundo no quieren reconocerlo, ¡al lector solo le queda recurrir al Santo Espíritu para saber de dónde viene y a dónde va.

74. El Mensaje Reencontrado

Lo estoy releyendo en este momento; es realmente un libro inagotable y extraordinario por su grado de concentración prodigiosa y elocuente.

Cuando te digo esto, por supuesto, estoy olvidando que soy el torpe secretario del Señor por un momento. Nadie sabe qué pensar de este libro, como nadie sabe qué pensar de mis pinturas herméticas, y solo las nuevas generaciones sienten suficiente curiosidad al respecto, hasta exprimirlo como el vellón de Gedeón en la concha (Cf. Jueces 6, 37 y ss.)

150. La inspiración del El Mensaje Reencontrado

No busques en los libros la inspiración del Mensaje Reencontrado, ya que no es ahí donde la encontré. Considera más bien que este libro continúa la revelación del Misterio único y que, en consecuencia, es hermano de los demás y que no puede contradecirlos en este fondo único y divino.

204. Los lectores de El Mensaje Reencontrado

Tú has encontrado a una humilde sirvienta que lee El Mensaje Reencontrado, y yo a un humilde albañil que hace lo mismo aquí. También tenemos a un superinteligente militante católico, pero ese no tiene tiempo y nos acusa de un fariseísmo al revés, lo cual es un gran cumplido para nosotros después de todo lo que el Señor ha dicho sobre los fariseos, porque si hacemos lo contrario a ellos, debemos hacer lo que agrada al Señor. No debería sorprendernos la hostilidad del clero y de los biempensantes instalados en una posición tranquilizadora y relajante, porque les proponemos un despertar fatigante y una búsqueda agotadora.

314. El hermetismo de El Mensaje Reencontrado

Habrás notado el tono diferente de los nuevos versículos, que se inicia a partir del libro XIII y que se vuelve cada vez más íntimo con el Señor; sin embargo, el fondo hermético permanece a pesar de todo, porque es lo único que cuenta en definitiva para la salvación aquí abajo, y puedo decir que incluso se ha vuelto singularmente audaz. No puedo elegir el momento de esta inspiración que se produce por series, por así decirlo, y no puedo incorporar a mi antojo algo ajeno a un versículo y, por ejemplo, tu frase se ha impuesto espontáneamente, pero no soy yo quien ha decidido realmente. Todo esto para explicarte que me está prohibido e imposible incorporar nada según mi propia fantasía… Tampoco puedo tachar ni incluso corregir un solo versículo si el orden interior no está conforme con la operación. ¡Piensa que mi intención era escribir una obra de pocas páginas, y mira dónde estoy ahora sin poder siquiera saber si he terminado!…

Si tus ojos se abren completamente, serás infeliz y te convertirás como yo en un objeto de escándalo y de reprobación para muchos.

Estoy llegando al final de mi período de inspiración y entro en el de la repulsión, y de beber el cáliz hasta la mugre, y eso me perturba y me pregunto por qué debo soportar esto con el abandono de mis seres queridos y la tristeza y el desánimo, pero siento más allá de mi razón que después habrá la entrada en la luz y en la paz y el triunfo y la alegría, y eso es lo único que me retiene de no enviar todo a paseo, libro y familia, para tomar un oficio de esclavo por irrisión y desesperación. ¿Cómo quieres que mire incluso a los maestros de la búsqueda y cómo quieres que busque la luz, y sin embargo, ésta germina en algún lugar!

17. La calidad de El Mensaje Reencontrado

Es el libro escrito en el mundo para aquellos que quieren salir del mundo caído, pero es un libro escrito en el exilio por alguien que ha conocido y soportado las mismas dificultades que cualquier lector, y esto, para que cualquiera que lo lea sea alentado al pensar que quien lo escribió ha sufrido las mismas dificultades que él, es decir, sin apoyo extraordinario, sin fortuna, sin recomendaciones, sin bajezas tampoco y sin compromisos, con las tareas diarias y las preocupaciones cotidianas, con los obstáculos renovados y con la lasitud y el desánimo de todos los hombres que luchan aquí abajo. Finalmente, un libro escrito por un verdadero hermano que ha sufrido todo lo que sufre el común de los hombres. Un igual, incluso un inferior, lo cual es reconfortante a pesar de todo, porque así, la cosa ya no es inasequible, sino, por así decirlo, puesta al alcance de la mano del más desgraciado. Por eso es bueno e incluso excelente que se sepa que me enfado, que digo palabrotas y que, si se tercia, incluso me peleo, que si no estoy en la cárcel es por casualidad, como la mayoría de las personas honradas; que he estado enfermo y desesperado, ignorado y rechazado, etc., como el primero y el último de los hombres extraviados aquí abajo… y ahora, llega el momento en que se escribirá otra obra, pero de manera completamente diferente, es decir, como la alabanza al Dios salvador y como la victoria que salva de toda caída, un libro que será escrito en la única luz de vida exenta de todas tiniebla, para los salvados y ya no para todos.

Espero que El Mensaje Reencontrado ayude a algunos humanos a soportar la pesada carga de esta vida exiliada; así no habré escrito en vano, ni hablado inútilmente de mi Señor. Veo, desgraciadamente, con claridad, es decir, demasiado cruelmente, que no he hecho nada en comparación con todo lo que hay por hacer y con lo que sufren y desesperan todos los humanos exiliados, porque la muerte nos habita y ese es el único pecado que hace que nada más pueda arreglarse aquí abajo.